dilluns, 13 d’octubre del 2008

Arte mediocre - Por Laura Ferrer Arambarri

A veces conviene llamar a las cosas por su nombre. Estrechez de miras, falta de ambición para el conjunto y mucha para el interés propio, torpeza. Todas ellas se resumen en una: mediocre, eso que la RAE define como «de poco mérito, tirando a malo». Y ese es el panorama cultural que nos encontramos en la isla.No se trata de insultar a los artistas con talento, que los hay, ni a quienes realmente trabajan
para que el arte no sea una palabra polvorienta encerrada en un almacén o el altarcito al que unos pocos, que se creen los elegidos, llevan sus ofrendas. No es eso. En los últimos meses, será casualidad, he escuchado y leído opiones de personas vinculadas con eso que llamamos arte que están francamente hartos de cómo se hacen las cosas en esta isla. Una sala de exposiciones pública con más columnas que el mausoleo de Halicarnaso, una Mostra de Creativitat que tiene muchas cosas buenas
pero que adolece de falta de ambición para convertirla en una actividad con atractivo real, criterios para conceder premios y ayudas que parecen ir ligados al carnet político, al catalanismo o a la moda del momento.
En otros lugares de España comparan la situación actual con la de hace 50 años y destacan, asombrados, lo que han avanzado. ¿Qué era Bilbao hace 50 años? Una nube de smog con fondo de altos hornos. Ahora, arrastrada por el Guggemheim, se ha convertido en una de las ciudades punteras del arte. ¿Y La Rioja? Hoy puede presumir de tener decenas de bodegas espectaculares, algunas de ellas firmadas por arquitectos de primera línea que atraen a miles de turistas. Y sin embargo, sin
vemos la Eivissa de hace 50, 60, 70 años, muchos querríamos que, dictaduras aparte, volvieran esos años en los que lo mejorcito de la intelectualidad europea hizo que el mundo se fijase en la isla: Benjamin, Haussman, Sert, Gropius, Broner... el Grupo Ibiza 59... Hoy los artistas que tienen méritos para denominarse así, observan entristecidos el papel de las instituciones en la promoción de la cultura y los
escasos presupuestos que se manejan. Dentro de cincuenta años, el arte que habrá transcendido en Eivissa será el de un listado de dj’s.


el Dominical
Diario de Ibiza
12 octubre 2008

1 comentari:

Jordi Munar ha dit...

molt trist.... :(