Desde el 24 de enero de 2013 hasta el 24 de marzo de 2013
Comissaris:
Gómezdelacuesta
Pau Waelder
Artistas
Irene de Andrés
LA NADA Y EL NO-LUGAR
Idea era el nombre de una discoteca que
no llegó a materializarse: empezó a construirse en 1987 pero no se
finalizó debido a la falta de permisos. La solidez de la estructura que
se erigió en su primera fase y una serie de vacíos legales impidió su
demolición durante 24 años, pasando a formar parte durante ese tiempo
del paisaje urbano de Sant Antoni de Portmany, en Ibiza. En abril de
2011, el Ayuntamiento de Sant Antoni obtuvo el permiso para demoler la
estructura y convertir el solar en un aparcamiento.
Irene de Andrés relata, a través de
fotografías, noticias de prensa y objetos simbólicos, la historia de
este peculiar espacio que no llegó a convertirse en el templo del ocio
que pretendía ser y se transformó en un longevo monumento a las utopías
frustradas del boom turístico e inmobiliario que ha marcado el paisaje
de las islas en su integración con la sociedad global de consumo.
Ibiza, mundialmente conocida como un destino de diversión nocturna,
estableció sus vínculos con la red del turismo internacional a través
de la atracción que ejercían las grandes discotecas, con sus promesas
de fiesta, sexo y desenfreno. La propia isla se convierte así en un
espacio de ocio, percibida por muchos de sus visitantes como un lugar
ajeno a la vida cotidiana, sus normas y limitaciones, un sitio en el
que sólo se concibe la diversión. Las discotecas, como recintos social y
legalmente designados para la fiesta, definen entre sus paredes el
ámbito en el que tiene lugar la supresión de las inhibiciones que marca
la rutina diaria.
La artista explora aquí el espacio en
sí, el solar y los restos de uno de estos recintos que no llegó a
concluirse y quedó en suspenso, atrapado en una red de enlaces legales,
administrativos y mediáticos, representados por los diferentes
elementos que ocupan las salas de la Zona Base. La discoteca Idea quedó
reducida a una gran nada durante un cuarto de siglo, una nada
permanentemente visible gracias a la imponente presencia de su
estructura, formada por módulos regulares cuya solidez impedía que
fuese declarado en estado de ruina. El recinto inacabado se convierte
así en un lugar de indecisión, un no-lugar por su falta de definición y
ausencia de tránsito humano, un residuo de ese Tercer paisaje que
Gilles Clément define como “una parte de nuestro espacio vital
entregada al inconsciente.”
Los espectadores pueden ahora recrear e
imaginar este espacio doblemente vacío (puesto que nunca se completó y
ahora no existe como ruina) a través de los elementos que Irene de
Andrés ha dispuesto en la Zona Base del Casal Solleric. Su mirada
completará el encuadre con el que la artista ha propuesto una reflexión
sobre la realidad cotidiana de su tierra natal.
Irene de Andrés (Ibiza,
1986) ha desarrollado en los últimos años una prometedora trayectoria
que se ve refrendada por la obtención de numerosos premios y becas,
como Generaciones 2013 de Caja Madrid, el XI Premio El Cultural
Photoespaña 2011 o las residencias de artista de la Fundación Bilbao
Arte y Casa de Velázquez – Estampa 2011. Ha expuesto su obra en diversas
muestras colectivas e individuales en Madrid, Gijón, Bilbao, Lisboa, y
Venecia. Vive y trabaja en Ibiza y Madrid.