dilluns, 4 de febrer del 2013

La miel de Ibiza, más asequible

www.diariodeibiza.es
03.02.2013
 
La Associació d´Apicultors monta un local de extracción y maduración para sacar el producto con registro sanitario y sello de calidad
Producción autóctona. La Associació d´Apicultors d´Eivissa se ha marcado como una prioridad el proyecto de montar un centro donde extraer y madurar la miel, provisto de los requisitos técnicos y sanitarios para ofrecer al público un producto que lucirá una etiqueta con garantía oficial de producto autóctono y de calidad. En el primer año, la oferta de miel ibicenca en el mercado se ampliará en dos toneladas.


La Associació d´Apicultors d´Eivissa se ha propuesto acercar al público consumidor los productos propios de las colmenas de abejas que siguen activas en los campos de la isla, es decir, la miel, el polen y el própolis. Por medio de un proyecto apoyado por el plan europeo Leader, el colectivo está montando un local de extracción y maduración de miel que pondrá en el mercado un producto etiquetado con registro sanitario y con el sello de calidad ´MCE´ (´Mel Certificada d´Eivissa´), dependiente del Consell.
El Grupo de Acción Local Leader ha autorizado la iniciativa y ahora se redactará el proyecto, con el objetivo de que la nueva instalación esté en pleno funcionamiento a principios de abril, anuncian los directos de la asociación promotora.

El nuevo centro de extracción y maduración de miel se ubicará en un local de 34 metros cuadrados, cedido por la Mancomunidad del Matadero en su complejo de sa Blanca Dona. Contará con requisitos técnicos y sanitarios para manipular los productos comestibles de las abejas, aportados por los miembros de la asociación que participen en el proyecto.
«En un principio hay siete socios que usarán estas instalaciones, pero el proyecto está abierto a todo el colectivo, ya que es un servicio que se brinda a todos los socios», explica el portavoz de los apicultores, Vicent Marí. Resalta que esta iniciativa debía haberse emprendido hace años, pero no se habían dado las circunstancias que lo permitiesen. La actual directiva lo impulsó desde que se hizo cargo de la asociación.

Actualmente cuatro apicultores de la isla comercializan el producto etiquetado con el sello de calidad de ´Mel Certificada d´Eivissa´, aunque han tenido que hacerse cargo de todos los trámites de forma particular, mientras que ahora la asociación los asume de forma colectiva. Los apicultores calculan que con el nuevo centro se pondrán en el mercado insular el primer año unas dos toneladas más de miel etiquetada con este sello de calidad.
La puesta en marcha de este centro es el proyecto que la asociación ha fijado como prioritario, pero no es el único que pretende desarrollar en 2013, en el marco de un plan estratégico que ha elaborado para los próximos tres años.


El próximo será la participación de la asociación en la Fira del Camp del Consell Insular, prevista para el mes de febrero, así como su presencia en todas las demás ferias relacionadas con el mundo rural que se lleven a cabo en la isla, como puede ser la de las Festes de Maig en Santa Eulària o la de Can Caus, en Santa Gertrudis. «Tendremos un puesto con información y la forma de contactarnos, a la vez que mostraremos al público nuestras cosas», señala Vicent Marí.
Igualmente, el colectivo pretende hacer un esfuerzo para divulgar la práctica de la apicultura entre los más jóvenes de la isla. En este contexto, empezará este año a celebrar campañas en los colegios para que los niños aprendan a valorar el papel de las abejas en la sostenibilidad de los ecosistemas. La asociación colabora estrechamente con el Camp d´Aprenentatge de sa Cala, que desde hace años cubre una importante labor divulgativa en este campo.
En la misma línea de dar a conocer al público los valores de la apicultura para asegurar su continuidad, el colectivo ha empezado a apostar con firmeza por las nuevas tecnologías. Dispone de muros en las redes sociales Facebook y Twitter con el nombre de la asociación y tiene una página web en fase de construcción.

Estas iniciativas obedecen a la intención de afrontar el mal momento que vive en Eivissa la apicultura, cuyos practicantes tienen una media de edad muy avanzada y no se vislumbra a corto plazo un interés efectivo de los jóvenes en esta actividad. No obstante, los directivos aseguran que existe un interés al margen del colectivo de aprender estas técnicas y que hay personas que preguntan sobre la posibilidad de seguir algún curso de formación.
Por este motivo este año se organizarán tanto talleres de iniciación para cualquier persona que quiera aprender las primeras nociones sobre apicultura, como cursos de carácter técnico dirigidos especialmente a los socios.

Entre los proyectos que la asociación quiere presentar a la próxima asamblea general prevista para el mes de febrero está la creación de un museo de la miel en el que se presente desde el proceso de elaboración hasta la historia de la práctica de esta actividad ancestral en la isla.

La asociación está tomando medidas sanitarias para asegurar la continuidad de la cabaña apícola de la isla. Esta ha estado en ocasiones seriamente amenazada, tanto por las plagas que afectan a este tipo de insectos como por las campañas emprendidas desde los sectores agrícola o forestal en la lucha contra algunas de sus plagas.
La preocupación de los apicultores por la continuidad de las abejas, no solo en Eivissa y Formentera, sino en el conjunto de las Balears, ha motivado la gestación de una Asociación de Defensa Sanitaria (ADS) que funcionará en todas las islas y que contará con la asistencia de un veterinario especializado en la materia.

Los directivos de la asociación aseguran que el proyecto está «casi cerrado» y esperan que se ponga en funcionamiento este mismo año. El veterinario se desplazaría regularmente a las Pitiüses desde Mallorca con el fin de llevar un control institucional y sanitario de las colmenas.

La asociación continúa luchando para reivindicar ante el Govern balear para que no se aplique de manera estricta el decreto 125/2007 de la dirección general de Medio Ambiente que, entre otros aspectos, prohíbe el uso del ahumador en zonas boscosas, donde habitualmente están las colmenas. Los apicultores consideran que esta medida está propiciando la desaparición de las colmenas.